Aun en el caso de que tu pareja te pida ayuda, tienes la posibilidad de decirle que
no.
Decir no, no significa que no la ames o que no la aceptes; significa que no eres
capaz o que no quieres jugar a ese juego.
Por ejemplo, si tu pareja se enfada puedes
decirle: «Tienes derecho a enfadarte, pero yo no tengo por qué estar enfadado porque
tú lo estés. No he hecho nada para provocar tu enfado». No hay ningún motivo para
aceptar el enfado de tu pareja, pero puedes permitirle que esté enfadada.
No hay
ninguna necesidad de discutir; sencillamente permite que sea quien es y que se cure sin
intervenir. Y también es posible convenir que ella no interfiera en tu propio proceso de
curación.
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“Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad, y paz. Yo honro el lugar dentro de ti donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, somos sólo Uno: Namaste"